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Por carolinarodriguezberga 04 mar, 2024
El autocuidado es el conjunto de actividades que cada persona escoge hacer para sentirse mejor consigo misma. Cuando nos cuidamos estamos decidiendo convertirnos en las protagonistas de nuestra vida, somos más autónomas y obtenemos una mayor sensación de control sobre nuestro cuerpo, nuestra mente y sobre nuestra vida. Dedicar tiempo a nuestro cuidado, implica estar atentas a lo que sucede por fuera y por dentro , es decir, escuchar con atención aquello que pensamos y aquello que sentimos. Cuidarnos implica aprender a escuchar nuestras necesidades, validarlas y pasar a la acción para poder cubrirlas. No existe una única forma de cuidarse, porque al final es la respuesta a lo que necesitas tú, y no las actividades que hace todo el mundo porque están de moda. Es verdad que existe una serie de cuidados básicos con respecto a la salud física y emocional que sabemos que nos sientan bien a casi todas las personas, pero más allá de eso, lo verdaderamente importante es trabajar en escuchar tus propias necesidades individuales que te indicarán el camino adecuado hacia tu propio cuidado. Aun así, podemos diferenciar varios tipos de autocuidado. Te los comento por aquí, por si te sirven de inspiración para que puedas trabajar en la identificación de tus propias actividades de cuidado personal. Cuidado físico: Ejercicio. Es importante realizar alguna actividad física que favorezca el movimiento de tu cuerpo. No es tan importante el tipo de actividad, sino llevarla a cabo con cierta frecuencia. Mover nuestro cuerpo previene el deterioro cognitivo así como la aparición de trastornos emocionales. Por otro lado, es una gran ayuda en el tratamiento de trastornos ansioso-depresivos. Alimentación. Dedica un tiempo a seleccionar y planificar el tipo de alimentación que necesitas, su preparación, la frecuencia de comidas. Decide cómo quieres alimentar a tu cuerpo y no dejes esta decisión en manos de la improvisación. Control de la salud. Planifica y haz espacio en tu agenda para las revisiones médicas y otros especialistas de la salud. Hábitos tóxicos. Trata de evitar o disminuir el consumo de alcohol, tabaco y otro tipo de tóxicos que sabes que dañan tu salud. Higiene del sueño. Valora la cantidad de horas que necesitas para sentirte descansada, las condiciones que pueden mejorar la calidad de tu sueño (temperatura, luz, ruidos...), o crea una rutina de relajación antes de irte a dormir. Cuidado psicológico y emocional: Diálogo interno. Atiende a tu diálogo interno. Dentro de ese diálogo puedes reconocer cuáles son tus necesidades físicas, mentales y emocionales. Quizás necesites defender tus opiniones, poner límites, tomar decisiones o decidir cambiar la forma en que inviertes tu tiempo y energía. Emociones predominantes. Reconoce cuáles son las emociones que te acompañan con más frecuencia en tu día a día y en qué partes de tu cuerpo se manifiestan. Funcionamiento cognitivo. Analiza como se conservan o alteran funciones cognitivas como tu memoria, atención, percepción, lenguaje, etc. Autoestima. Tómate un tiempo a tomar conciencia acerca de la valoración que realizas acerca de tu propia persona y el grado de satisfacción que tienes contigo misma. Estrategias de afrontamiento. Observa con qué herramientas y recursos cuentas para hacer frente a situaciones problemáticas o que te generan malestar emocional Proyectos futuros. Toma un tiempo para concretar qué metas y objetivos te ilusiona perseguir y cuáles son tus expectativas de poder lograrlo. Cuidado social: Redes de apoyo. Toma conciencia sobre con qué familiares o amigos te sientes en confianza para pedir soporte de emocional, económico y/o social en caso de que lo necesites. Tiempo libre. Evalúa el tiempo que te queda disponible para realizar actividades que no sean obligatorios, que te resulten satisfactorias, te distraigan, diviertan, relajen y/o motiven Interacción social. Presta atención con qué personas te sueles relacionar a diario, ya sean amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc y cómo te sientes en la relación con esas personas. Espero que te haya resultado útil conocer las diferentes áreas donde puedes prestar atención para construir una rutina de autocuidado que se ajuste a las necesidades que tengas en este momento de tu vida. Recuerda que si quieres, estaré encantada de acompañarte de forma individual y personalizada en tu propio proceso.
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